Rara vez quien se planta delante de una máquina tragaperras o slot piensa en todo lo que hay detrás de ella, en todo el proceso anterior existente antes de que una u otra persona se disponga a insertar una moneda en el pertinente slot. Es seguramente una situación, una tesitura extensible a todo y cuanto incorpora, en menor o mayor medida, elementos tecnológicos. Desde un simple microondas o un lavavajillas hasta una televisión, un ordenador o un teléfono móvil. Lo común es que el usuario le dé uso al producto en cuestión sin cerciorarse del trabajo tecnológico previo a la experiencia nivel usuario.

En el caso de las máquinas tragaperras se da precisamente esa situación. Y no será porque usuarios y no usuarios tienen sus propias teorías acerca del funcionamiento de las mismas. Quién no ha escuchado a veces hablar de que la máquina está «caliente», haciendo referencia a que un número elevado de personas la ha utilizado previamente y que, por ende, el premio, por una cuestión de estadística y temporalidad, está al caer. O incluso que presionar ciertos botones en un determinado orden puede suponer «engañar» a los slots para obtener el jackpot.

Trabajo tecnológico detrás de los slots

Nada más lejos de la realidad. Los slots, como casi toda máquina y todo producto hoy en día, se han aprovechado de los avances tecnológicos. Tanto es así que los han ido incorporando progresivamente. Pero, ¿cuál es la tecnología concreta que utilizan? Pues bien, se trata de un software informático bautizado como generador aleatorio y que se sintetiza con las siglas PRNG. Este software funciona con algoritmos matemáticos que originan números aleatorios, que es lo que ocurre al jugar slots en el casino Betfair. Es un proceso que también tiene lugar en otros procesos como los relojes en los ordenadores o los movimientos de ratón.

Hardware slots

La otra vertiente tecnológica, el hardware, es conocida con las siglas GNA o TRNG, procedente de Generador de Números al Azar. En el caso concreto de las máquinas tragaperras, lo que estas hacen es que, cuando el usuario comienza a jugar, la máquina empieza a originar números aleatorios a una velocidad que se calcula es de cientos de números por segundo. En lo que a esto anterior se refiere, hay también una leyenda que indica que algunos números están diseñados de fábrica para que aparezcan más que otros. Esto tiene una explicación, y es que en ocasiones hay ciertos valores que están conectados con bonos o comodines y si estos salieran con la misma frecuencia que los que no incorporan esos bonos o comodines el juego sería desequilibrado.

La diferencia principal entre el software y el hardware de los slots es que, mientras que el primero utiliza algoritmos matemáticos generados por un ordenador, el segundo lleva a cabo operaciones impredecibles con herramientas físicas. Es la misma diferencia que se puede encontrar entre los comandos que se destinan al uso del ratón, y el mismo ratón. Mientras que los comandos en forma de algoritmos matemáticos conforman el software, el ratón en sí mismo es el medio por el que esos comandos son activados, esto es, el hardware.

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