Los jerbos son roedores, realmente denominados (Meriones unguiculatus). Son de características similares a un hámster pero de un tamaño menor, además de poseer patas traseras mucho más desarrolladas que las delanteras, con lo cual este roedor puede moverse de forma muy ágil.
Existe una gran variedad de colores y, en su estado salvaje, son endémicos en Mongolia y China, lugares en donde se refugian en madrigueras en las que crean comunidad y forman colonias con gran cantidad de ejemplares.
¿Quieres adoptar un pequeño jerbo como mascota? Entonces, te presentamos una pequeña guía que te permitirá conocer un poco más las características de estos animales, las diferentes razas existentes y los cuidados necesarios para que disfrute de una buena vida.
Características de los jerbos
Tienen un tamaño de entre 10 y 12 cm incluyendo la cola, y un peso de 50 a 120 gramos. Los jerbos tienen una esperanza de vida de 3 a 4 años.
Estos simpáticos roedores comparten características físicas con las ratas y ratones, pero se distinguen de ellos por el hecho de que el jerbo tiene patas traseras mucho más desarrolladas que las delanteras, las cuales son muy similares a las de los canguros.
De hecho, como ocurre con los canguros, los jerbos pueden desplazarse dando saltos y, de esta forma, huir de los posibles depredadores. Tienen una cabeza ancha y no se les distingue el cuello, orejas ovaladas y pequeñas, con ojos saltones.
Es posible encontrar hasta 30 colores diferentes, producto de los múltiples cruces que se han producido durante las últimas décadas. Son roedores que permanecen activos durante todo el día, pero que alternan espacios de descanso entre sus actividades.
Cuando se encuentran en la naturaleza, conviven en madrigueras y tienen una actividad principalmente nocturna, ya que aprovechan la noche para buscar alimento.
Razas
Hay diferentes razas, en total unas 100 especies. La más grande tiene el tamaño de un perro grande y puede pesar hasta 50 kg.
Algunas razas no son adecuadas para ser criadas como mascotas porque tienen un comportamiento agresivo y un apetito enorme, como el Rhombomys opimus, el cual causa problemas a los agricultores asiáticos porque “roba” grandes cantidades de grano y los daños que causa para construir sus madrigueras perjudica la tierra.
Pero, por otro lado, también existen otras especies de jerbos que son fáciles de manejar y pueden ser excelentes mascotas, ya que son aseados, no muerden y tienen un comportamiento apacible.
Cuidados
Si piensas en tener jerbos como mascotas necesitas aprender la mejor manera de cuidarlos y ofrecerles una buena calidad de vida.
Lo primero que tienes que saber es que debes comprar más de uno, ya que en soledad se deprimen y es posible que mueran pronto, aun con las atenciones correctas. Compra una pareja y escógelos del mismo sexo para que evites la reproducción indeseada en el futuro.
Los jerbos necesitan una alimentación completa que incluya grasas, vitaminas, minerales y proteínas, suficiente agua, una jaula cómoda y limpia con espacio para jugar, ejercitarse y excavar, lo cual es algo que les encanta, y en lo cual puedes ayudarles para crear un lazo.