Una mudanza suele ser un proceso muy estresante si no nos organizamos de la forma adecuada. En general, las prisas y una mala planificación son las principales causas por las que algunas personas se ven abrumadas cuando tienen que cambiarse de casa, aunque también pueden surgir problemas inesperados que nos compliquen la tarea. Para que el proceso sea lo más sencillo posible, te contamos cuáles son las claves que debes tener en cuenta para que no queden cabos sueltos y no desesperes cuando tienes que enfrentarte a una mudanza.
La planificación y organización general
Para llevar una buena organización de la mudanza, es muy recomendable tener anotados todos los detalles, además de contar con una carpeta en la que incluyas todos los documentos y contratos de los servicios que contrates, como los de la empresa de mudanzas. Además, es conveniente no dejar nada para el último momento. Para mudanzas nacionales, lo mejor es planificar con al menos uno o dos meses de antelación para preparar todo bien y que no queden cabos sueltos.
Además, elaborar un inventario con todas nuestras pertenencias, aunque lleve tiempo, es la mejor forma de tener un control sobre las mismas y, sobre todo, de calcular el coste aproximado si piensas contratar el servicio de una empresa de mudanzas. En el presupuesto no te olvides de incluir, además del transporte, un seguro para el desplazamiento de tus pertenencias, un guardamuebles en caso de que lo necesites, etc.
Cómo empaquetar tus pertenencias con efectividad
Empaquetar tus cosas no tiene mucha ciencia, pero vas a necesitar mucha paciencia y algunas recomendaciones que te faciliten la tarea y posteriormente el desembalaje. Lo más aconsejable es contar con cajas de diferentes tipos, formas y tamaños para guardar las cosas siguiendo una lógica. Además de las cajas, son necesarias etiquetas, cinta adhesiva, plástico de burbujas para los objetos delicados y lápices de colores para marcar las cajas.
No todos los objetos requieren los mismos cuidados a la hora de empacarlos. Hay que prestar especial atención a los objetos frágiles, que necesitarán recubrirlos con plástico de burbujas para que sobrevivan al traslado, y también deberías indicar en las cajas las que contengan este tipo de cosas para que el personal de la empresa de mudanzas lo tenga en cuenta.
Tampoco olvides etiquetar cada caja con su contenido, ya que te hará la vida mucho más fácil cuando tengas que encontrar algo o simplemente al instalarte en tu nuevo hogar. Otra posibilidad consiste en distribuir el contenido de las cajas por habitaciones. Seguir un orden en el empaquetado de tus cosas es uno de los puntos más importantes.
Aprovecha para deshacerte de lo que no usas
Una mudanza es el momento idóneo para desprenderte de todo aquello que no usas y que tampoco necesitas, ya que te vas a ver en la obligación de revisar todo lo que tienes. Siempre tendemos a acumular objetos que luego no utilizamos para nada y, si algo está claro, es que cuantas más cosas tienes, más se complica y se encarece una mudanza. Así que, para ahorrar tiempo y costes, aprovecha para vender, regalar o tirar todo lo que ya no te sirva. Además, si vendes muebles, ropa u otros enseres, puedes sacar un dinero extra con el que costearte una parte de los gastos que derivan de cambiarse de casa.