El vello facial puede llegar a ser una verdadera tortura para todas las personas que cuentan con este problema en su día a día. El exceso de vello es conocido médicamente como ‘hirsutismo’ y se produce por una secreción de andróginos: las hormonas masculinas que hacen que crezca más rápido el pelo y en mayor cantidad. El hirsutismo puede tener, de esta manera, un impacto psicológico negativo en las mujeres y hombres de cualquier edad, pero sobre todo en adolescentes, ya que es durante esa etapa cuando nuestra personalidad y autoestima está en pleno desarrollo.
Los adolescentes son los que más sufren estos cambios hormonales. Sin duda no sólo afecta en la forma física, sino también, y sobre todo, en la anímica. Es un tema especialmente sensible en el caso de las mujeres, que viven la etapa de desarrollo de una forma más emocional y puede provocar complejos propios de esta edad. Uno de los especialistas del grupo Sanitas afirma que esta tendencia está en aumento en nuestro país debido al estrés; ya que es este factor lo que puede provocar la secreción de la hormona a niveles más altos.
Antiguamente, las opciones más utilizadas han sido la depilación con cera, que permite deshacernos del vello de forma rápida y bastante duradera. Sin embargo, es una de las más dolorosas, ya que también, y no sólo por el mal rato que nos hace pasar, puede provocar que se nos irrite la piel. Por otro lado, la depilación con pinzas suele ser usada para zonas puntuales y casos concretos, pero es lenta y muy dolorosa, además de ser casi imposible de aplicar en todo el rostro. Mucho menos recomendable es el afeitado, que puede provocar que el vello, además de crecer más rápido, pueda nacer de forma más gruesa.
Además del tratamiento típico de componente hormonal, lo que más utilizan los pacientes para paliar este exceso de vello es la vía estética bajo supervisión médica. Y es que cada vez más, el láser facial es una de las opciones más recomendadas y utilizadas por todo tipo de personas. Se trata de un proceso de eliminación de vello que suele actuar en el labio superior, mentón, mejillas, y, por lo general, en cualquier parte del cuerpo.
En el caso del rostro es necesario varias sesiones para garantizar que el vello se va debilitando hasta que acaba de desaparecer del todo. En el caso de la cara, y más si el vello es hormonado, este suele salir de forma muy fuerte y más difícil de eliminar. También depende del color de piel y tipo de pelo que se tenga, las sesiones suelen variar entre 6-8. Una vez terminado el tratamiento, ese vello antiestético desaparecerá.
Se trata, pues, de uno de los métodos más seguros y efectivos que existen a día de hoy. También es un proceso mucho más cómodo e indoloro que los otros. Indoloro porque los equipos de láser cuentan con diferentes sistemas de enfriamiento cutáneo que ‘anestesian’ de alguna manera la piel para eliminar la sensación de calor que puede producir una depilación con láser. Además, la potencia que se utiliza no tiene casi profundidad, ya que el pelo es más superficial que en otras partes del cuerpo, donde se hacen uso de potencias mucho más elevadas, ya que las raíces del vello suelen ser más profundas. Se puede hacer uso de él en todas las partes del rostro (sin contar con los párpados, claro).
Los pacientes suelen hacer en su mayoría uso de él para eliminar el vello de las zonas del labio, la barbilla o las mejillas. Muchas veces también el exceso de vello en la zona de las cejas. El proceso, además, es rápido e indoloro gracias a los diferentes avances que han adaptado compañías como Grupostop, uno de los expertos en depilación láser más reconocidos del mercado.
Otro de los beneficios del láser facial es que en muchos casos restablece el estado natural de la piel gracias al calor que emplea. De esta manera, las moléculas de agua y colágeno se ven estimuladas, mejorando la salud de la piel y encontrándonos con una mayor hidratación y elasticidad en todas las áreas del rostro. También, en cuanto al número de sesiones que se necesitan para eliminar el pelo de la cara, suele variar mucho el número según el tipo de piel y vello de cada mujer. También varía según el nivel de hirsutismo que cada persona tenga.
Respecto a los aspectos negativos del método, dependerá siempre del caso caso que hagamos a todo lo que nos diga el profesional que nos está tratando: recomendaciones, pautas, fechas. Y es que sin duda, el tema del vello facial ha sido uno de los grandes tabúes dentro del mundo de la belleza. Pero atrás quedó ese dicho de «Quien quiere presumir, tiene que sufrir».