Elegir entre unas lentillas progresivas o unas gafas tradicionales es una de las decisiones más importantes que puede tomar una persona con problemas de visión. Cada una ofrece una serie de ventajas y beneficios, además de ser muy diferentes entre sí, por lo que la decisión depende enteramente del estilo de vida de cada persona y su gusto personal.
Quienes se preocupan demasiado por la apariencia y la opinión de los demás, pueden preferir las lentillas progresivas frente a las gafas, ya que las lentes de contacto no modifican el aspecto físico de la persona, llegado a ser virtualmente invisibles. Esta sería una de las diferencias más evidentes entre ambos sistemas de corrección visual, pero existen otras que merece la pena mencionar.
Diferencias entre lentillas y gafas
Más allá de la estética y la comodidad, hay aspectos a nivel médico que marcan una diferencia considerable entre las lentes de contacto y las gafas. Analizaremos en detalle estas diferencias en las siguientes líneas, de modo que puedas conseguir información suficiente para tomar una decisión adecuada a tus necesidades.
Las gafas ofrecen menor riesgo de infección ocular
Dado que no es necesario el contacto con el ojo, la incidencia de infecciones oculares es menor. Igualmente, la limpieza y el mantenimiento de las monturas es mucho más sencilla, lo mismo ocurre con los precios; a largo plazo las monturas terminan siendo más rentables porque no es necesario cambiarlas con tanta frecuencia como sí ocurre con las lentillas.
Campo visual
Las personas que sufren de astigmatismo y otras enfermedades que alteran el campo visual, necesitan de formulas especificas. En el caso de utilizar monturas tradicionales, la corrección del campo visual se reduce a la vista frontal, mientras que con lentillas progresivas posicionadas sobre la retina, permiten que estas se adapten al movimiento y ofrezcan un rango visual más amplio.
Diseño y estética
Si eres de las personas que no se siente cómoda con el uso de gafas, puede que la preferencia se dirija hacia las lentillas. Estas no afectan de ninguna forma la estética del rostro y de hecho son prácticamente imperceptibles para las demás personas. Como desventajas, estas no son adecuadas para personas que practican deportes de contacto, por el alto riesgo de ruptura dentro de la retina.
Cristales y cambios de clima
Un tema que suele molestar a quienes utilizan gafas es el hecho de que los cristales se empañen o la visión se dificulte cuando llueve o bajo determinadas condiciones de iluminación. Nada de esto ocurre con las lentillas, ya que estas no sufren ningún cambio y mantienen la visibilidad en diferentes condiciones climáticas.
En realidad, la decisión depende enteramente de las necesidades y estilo de vida de cada persona. Son muchos los que reconocen las ventajas de las lentillas, pero sienten temor de colocarlas diariamente y por ello dan preferencia a las gafas, mientras que otros se sienten más a gusto luciendo monturas de diferentes formas y colores, así que se trata de una decisión, en gran parte, subjetiva.